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Misterios que Esconde Nal

Misterios que Esconde Nal [Chiloé, Chile] Esta región cuenta con una rica literatura mitológica. Pero también con fenómenos de difícil explicación. Sigue aquí: Las Luces Luminosas Observadas en los Cielos del Archipiélago Son un Enigma que han tratado de descifrar decenas de isleños, algunos de los cuales relacionan estos avistamientos a la cultura y mitología insulares.
Nadie puede dudar que en el cielo chilote y bajo el mismo se esconden misterios que en todos los tiempos se han tratado de descifrar, buscándose una justificación entre la ciencia y la experiencia de un mundo acostumbrado a la magia que crece en recónditos lugares del archipiélago.
Chiloé ha marcado su tradición cultural precisamente en elementos que emergen y trascienden entre lo desconocido. Sus rumbos avanzan con los mitos y realidades que a veces demarcan espacios también de manera inexplicable. Un sector de la ribera sur de la península de Lacuy, en la comuna de Ancud, pareciera ser uno de ellos.
Es que el mundo enigmático de Nal esconde incluso los silencios de quienes no se atreven a creer, tratan de olvidar o van hurgando en alguna explicación posible. En ese sector no sólo están vivos los recuerdos de marcas redondas que formó el pasto inexplicablemente, sino también las luces extrañas que personas aseguran haber visto en el norte de la Isla Grande.
"Fue una noche oscura cuando una luz grande avanzó en el cielo y se detuvo un rato en el aire y nunca supe de que se trataba", asegura el lugareño José Llauquén.
El vecino no es el único. El profesor Galvarino Muñoz fue testigo en la década del '80 de la aparición en la cancha del club deportivo local de casi dos decenas de círculos de diferentes dimensiones. Ahora, las dibuja en un pizarrón para recordar el hecho.
También docente de la escuelita de Nal, el vecino confirma que "quedó el pasto quemado" y que consignó la atención de todos los pobladores de la zona, de curiosos de otras partes de Chiloé y de aficionados al tema de lo desconocido del continente.
"Mucha gente vino a ver las marcas, porque nadie vio más que eso", manifiesta, a su vez, Carmen Torres, en referencia a aquellas personas que incluso se apostaron por varios días en una carpa con sofisticadas cámaras fotográficas para obtener algún registro que diera más indicios de lo que estaba sucediendo. "No creo que hayan visto lo que querían", agrega la mujer de 80 años, vecina de lo que fue un escenario que se ha convertido en un enigma.
En el mismo lugar, Betty Barría menciona que "hay gente que dice ver luces extrañas en el cielo, pero hace bastante tiempo que no he visto nada", asevera, aunque revela que en una oportunidad observó sobre su casa una gran bola luminosa. "Era enorme y poco a poco se alejó", recuerda.
En Ahui, sector cercano a Nal, Hernán Vargas informa que si bien es comentario recurrente los avistamientos de luces, "la gente se sugestiona y ve lo que quiere ver".
A pocos metros, sin embargo, Pedro Vargas asegura haber visto "una luz grande, luminosa y fuerte", alrededor de las 20 horas, una noche de invierno. "Estuvo suspendida un ratito y avanzó hacia el weste", explica.

Historiador
Todo esto no se trataría de una situación nueva, ya que hay cronistas que han descrito similares experiencias en los cielos chilotes.
Según apunta el profesor Felipe Montiel, sólo en los últimos años se le ha dado una mayor importancia al tema. Revela que en las entrevistas a personajes insulares campesinos, siempre les pregunta por este tema que lo cautiva. "Por lo que he investigado, hay muchos avistamientos de objetos luminosos, sobre todo en los meses de verano", subraya.
Quizá lo más sorprendente, es lo que Montiel identifica, a partir de la denominación de ufólogos, como "zonas calientes" o sitios de frecuentes observaciones, incluyéndose diversos sectores. Y no eso únicamente, pues da a conocer que "hay un 'pasadizo' muy cerca de Castro", es decir, una especie de vía en viajes de objetos no identificados..
De acuerdo a testigos y a datos recabados por el chilote, la ruta comenzaría en la zona de Ahuenco, Ancud, avanzando hacia el sur por la cordillera de San Pedro, para pasar a la altura de Castro, y de ahí continuar a la isla Lemuy. Llegando hasta Quinchao volvería al mismo lugar en el norte de la Isla. "Este tipo de objetos habitualmente completaría esa vía", acota Montiel.
Al preguntarle al investigador qué tan larga es la brecha que separa tales observaciones de muchos mitos, como el caleuche, estima que es muy corta. "Cuando en el mundo los científicos hablan de los OSMI u objetos submarinos no identificados uno tiende a pensar que sólo hay un hilo que lo separa, porque la gente antigua de Chiloé trataba de explicar el origen de los objetos que ven en el cielo", sentencia.

Rumbo a la Isla Friendship

Quien afirma que el tema de los objetos voladores en Chiloé no es nuevo, es la castreña Marisol Uribe, quien desempeña funciones en el Museo Municipal de Castro. "Hace muchos años en el verano tuve la oportunidad de observar una gran luz sobre la Plaza (de Armas) que después se perdió en dirección al Pacífico.
"Ese día numerosas personas lo vieron", añade la funcionaria, quien conoce también de otros testimonios que le hacen presumir que "debe ser verdad la existencia de la isla Frienship y por esta zona está su recorrido".
Esta famosa ínsula, de la cual nunca se ha podido probar su existencia, se encontraría en la zona sur de Chile. Sobre ella se ha escrito y se han creado innumerables teorías, tanto en nuestro país como en el extranjero, incluyendo un centro donde se practicarían milagrosas curaciones de enfermedades terminales y que contaría con tecnología que no sería humana.
Aumenta el misterio cuando se dice que muy pocas personas que, por alguna extraña razón, serían los únicos privilegiados de haber estado allí.
Se habla de haberse detectado comunicaciones entre sus supuestos habitantes y algunos "escogidos".
[Sara Curumilla Sotomayor]
[Foto Víctor G. Palma]
[10 de junio de 2007]
estrella de chiloé ]


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