La Prensa y el Más Allá
Me sorprende que en alguna prensa chilena se dedique atención a asuntos sobre el más allá, la vida de los espíritus y otros fenómenos paranormales. Me parece un desarrollo muy interesante. Es verdad que siempre faltan las explicaciones, pero es mejor que estos temas sean al menos tratados de alguna forma que ignorados completamente, como si no existiesen -como hace la prensa que se suele llamar más seria.
Hace poco la periodista Percy Avendaño G., de la Estrella de Iquique, publicó un extenso artículo sobre las despedidas después de la muerte, vale decir, apariciones de almas de difuntos. El primer caso que trata es el de Laura.
"Hermanos, tíos y primos miraban a Laura desde la ventana de la clínica donde estaba internada. Este panorama no sería extraño si no es que estos familiares de Laura habían fallecido hace más de treinta años y que ella estaba en un cuarto piso.
Ella misma les contó a sus hijos y nietos que la iban a visitar todos los días a la clínica. Contaba que su hermana y un tío lejano la visitaban en la noche y la saludaban desde la ventana.
Al principio sus hijos y nietos pensaban que algún familiar lejano la había visitado, pero poco después comenzaron a recordar las propias historias que Laura relataba sobre su hermana que había fallecido joven. De esta manera se dieron cuenta que a Laura la estaban visitando familiares que habían fallecido décadas atrás.
Laura, de 76 años, no se dio cuenta de los extraños sucesos que estaba presenciando. Un par de semanas después ella falleció en la tranquilidad de su hogar".
Luego viene el caso de Cristián:
"La relación entre Cristián y su abuela Lidia nunca fue cercana y el afecto entre ellos se limitaba a los saludos y las visitas que se realizaban en las fechas más trascendentes. Lidia enfermó y tuvo que internarse en la clínica. Cristián y su abuela Lidia comenzaron a verse todos los días. Lo que era relación distante comenzó a acercarse. Sin embargo, Cristián tenía todavía la impresión que no pudo compartir con su abuela durante su infancia.
"El estado de salud de Lidia empeoró y falleció en la clínica.
"Meses después, Cristián tuvo un extraño sueño. ‘Me levanté de la cama, era una mañana de domingo, caminé hacia la cocina y miré por la ventana. Estaba todo blanco como si hubieran puesto una sábana blanca. Dentro de la cocina estaba mi abuela. Ella estaba lavando una taza. Estaba preparando el desayuno. Se acercó a mí. Me sonrió y me abrazó. Cuando me abrazó sentí que su corazón latía fuerte. Me volvió a mirar. Yo también sonreí y desperté llorando'.
"Cristián afirma que ese sueño le sirvió para reconciliarse con su abuela. Ya no tenía ningún tipo de resentimiento con ella".
En el tercer casó, un joven profesional asiste al funeral de su tío.
"Germán trabajaba en una faena minera y en ocasiones debía levantarse cerca de las cuatro de la mañana para estar preparado para iniciar su viaje al interior. Dos semanas después del funeral de su tío, Germán puso el despertador a las cuatro de la mañana como era costumbre. Al sonar el despertador y mirar hacia los pies de su cama vio una silueta oscura que por un segundo estuvo frente a él. Lo reconoció como su tío que lo estaba mirando mientras dormía. A pesar de reconocer que podía ser su tío muerto, Germán se asustó. Gritó y logró encender una lámpara del velador".
Las teorías levantadas para explicar estos casos son diversas, pero exigen pertenecer al paradigma en que este tipo de fenómenos son normales. Así, la más extendida es que familiares difuntos vienen a anunciarte, prepararte o acompañarte a tu muerte. La sencillez de la explicación se viene al suelo cuando se considera que estas visitas de ultratumba implican, dicho sea de paso, el conocimiento del futuro.
Empeora nuestra situación epistemológica cuando se agrega que estas comunicaciones suelen ocurrir, o, meramente, pueden ocurrir durante los sueños, espacio privilegiado para las incursiones del más allá, otorgando a las actividades oníricas, siempre involuntarias, una textura ontológica inconcebible.
Las explicaciones se convierten en misterios.
Luego se dice que este tipo de experiencia suelen tenerlas los viejos.
Alejandra M., la vidente citada por la periodista, hace el asunto todavía más misterioso, diciendo que "al otro lado, las cosas son como son".
¿Qué otro lado? ¿Qué podría significar que las cosas sean?
El artículo se encuentra en estrella de iquique
Hace poco la periodista Percy Avendaño G., de la Estrella de Iquique, publicó un extenso artículo sobre las despedidas después de la muerte, vale decir, apariciones de almas de difuntos. El primer caso que trata es el de Laura.
"Hermanos, tíos y primos miraban a Laura desde la ventana de la clínica donde estaba internada. Este panorama no sería extraño si no es que estos familiares de Laura habían fallecido hace más de treinta años y que ella estaba en un cuarto piso.
Ella misma les contó a sus hijos y nietos que la iban a visitar todos los días a la clínica. Contaba que su hermana y un tío lejano la visitaban en la noche y la saludaban desde la ventana.
Al principio sus hijos y nietos pensaban que algún familiar lejano la había visitado, pero poco después comenzaron a recordar las propias historias que Laura relataba sobre su hermana que había fallecido joven. De esta manera se dieron cuenta que a Laura la estaban visitando familiares que habían fallecido décadas atrás.
Laura, de 76 años, no se dio cuenta de los extraños sucesos que estaba presenciando. Un par de semanas después ella falleció en la tranquilidad de su hogar".
Luego viene el caso de Cristián:
"La relación entre Cristián y su abuela Lidia nunca fue cercana y el afecto entre ellos se limitaba a los saludos y las visitas que se realizaban en las fechas más trascendentes. Lidia enfermó y tuvo que internarse en la clínica. Cristián y su abuela Lidia comenzaron a verse todos los días. Lo que era relación distante comenzó a acercarse. Sin embargo, Cristián tenía todavía la impresión que no pudo compartir con su abuela durante su infancia.
"El estado de salud de Lidia empeoró y falleció en la clínica.
"Meses después, Cristián tuvo un extraño sueño. ‘Me levanté de la cama, era una mañana de domingo, caminé hacia la cocina y miré por la ventana. Estaba todo blanco como si hubieran puesto una sábana blanca. Dentro de la cocina estaba mi abuela. Ella estaba lavando una taza. Estaba preparando el desayuno. Se acercó a mí. Me sonrió y me abrazó. Cuando me abrazó sentí que su corazón latía fuerte. Me volvió a mirar. Yo también sonreí y desperté llorando'.
"Cristián afirma que ese sueño le sirvió para reconciliarse con su abuela. Ya no tenía ningún tipo de resentimiento con ella".
En el tercer casó, un joven profesional asiste al funeral de su tío.
"Germán trabajaba en una faena minera y en ocasiones debía levantarse cerca de las cuatro de la mañana para estar preparado para iniciar su viaje al interior. Dos semanas después del funeral de su tío, Germán puso el despertador a las cuatro de la mañana como era costumbre. Al sonar el despertador y mirar hacia los pies de su cama vio una silueta oscura que por un segundo estuvo frente a él. Lo reconoció como su tío que lo estaba mirando mientras dormía. A pesar de reconocer que podía ser su tío muerto, Germán se asustó. Gritó y logró encender una lámpara del velador".
Las teorías levantadas para explicar estos casos son diversas, pero exigen pertenecer al paradigma en que este tipo de fenómenos son normales. Así, la más extendida es que familiares difuntos vienen a anunciarte, prepararte o acompañarte a tu muerte. La sencillez de la explicación se viene al suelo cuando se considera que estas visitas de ultratumba implican, dicho sea de paso, el conocimiento del futuro.
Empeora nuestra situación epistemológica cuando se agrega que estas comunicaciones suelen ocurrir, o, meramente, pueden ocurrir durante los sueños, espacio privilegiado para las incursiones del más allá, otorgando a las actividades oníricas, siempre involuntarias, una textura ontológica inconcebible.
Las explicaciones se convierten en misterios.
Luego se dice que este tipo de experiencia suelen tenerlas los viejos.
Alejandra M., la vidente citada por la periodista, hace el asunto todavía más misterioso, diciendo que "al otro lado, las cosas son como son".
¿Qué otro lado? ¿Qué podría significar que las cosas sean?
El artículo se encuentra en estrella de iquique
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