La Playa de Gijón
La que sigue es una historia curiosa; no sé de momento si contiene algún elemento de paranormalidad. Hace años le regaló mi novia a un amigo común -un cocinero español- un diminuto paisaje al óleo pintado desde cierto punto de la costa de Gijón. Este cuadro se hallaba entre los trastos y cachivaches de un amigo y quería este deshacerse de él. Mi novia lo rescató y lo regaló a este amigo porque este tenía planes de asentarse en Gijón. Pasaron algunos años. Este amigo se marchó y montó un restaurante en Cataluña. Y vivió luego en otras ciudades. Hace unos meses a través de amigos habló por teléfono con una persona que alquilaba un piso frente al mar. Este amigo lo alquiló sobre la marcha. Cuando se instaló -y asegura que había olvidado todo con respecto a la pintura de la playa- sacó por primera vez en años unas cajas que había llevado por todas partes sin abrir, viviendo siempre en condiciones muy provisionales. Y sacó el cuadro. Lo tomó en sus manos, asombrándose al mirar por la ventana y descubrir que la playa de Gijón pintada se veía como si lo hubiese sido desde donde él estaba.
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david -