Blogia
paranormalia

Mi Amigo Muerto Me Vino A Ver En Un Sueño

Apunto esta nota para no olvidarme. Hoy me di cuenta de que, por no escribirla, lo estaba olvidando. Soñé con mi amigo muerto, Jordi, el catalán. Estábamos en un balneario español, no sé dónde. Estábamos en un restaurante, creo. A la mesa estaba él, muy pálido, muy flaco, con aspecto de muerto. No abría la boca. Tenía la mirada baja. También había dos niños. Recuerdo más a uno que otro. Era su hijo, al que conocí en sus funerales, pero cuando tenía unos diez años. Sin embargo, yo lo reconocía. O era, en todo caso, un hijo de él. Y mi novia. O quizás era su otro hijo. No recuerdo bien esa parte ni los personajes del sueño.
Me llamaba la atención que estuviera tan silencioso y le pregunté qué le pasaba. Sin apenas levantar la vista, y con una voz muy débil, me dijo: "Mi hermano fue con mi mujer a casa de ***". Ese *** era yo, pero tampoco. El nombre que dio era el de un hombre que llevaba mi apellido, pero otro nombre de pila. Pensé que se refería a mi hermano. Pero me di cuenta de inmediato que se refería a mí, en otra vida. Eso pensé en el sueño. En su voz había reproche. Agregó dónde. Es otro pueblo de España, pero no puedo recordar su nombre. Se me olvidó.
En el sueño se acerca un autobús. Salimos todos corriendo, menos él. Pero antes de salir me pongo a recoger las chaquetas de todo el mundo, que han dejado en su apresuramiento en una silla. Por más rápido que lo haga, no dejan de aparecer más y más chaquetas. Tengo miedo de que el bus se vaya sin mí.
Desde que desperté estuve tratando de recordar el nombre de ese pueblo. Creo que lo supe un instante. Cuando lo quise apuntar ya lo había olvidado.
Como siempre, le conté mi sueño a mi novia. Me dijo: "Soñé yo también con él. Como en el sueño anterior, soñé que se había metido a la cama, entre los dos. Justamente te quería contar el sueño".

1 comentario

la novia -

no entre nosotros, sino al lado tuyo, a un borde de la cama, como apoyando la espalda en el cabezal. y en realidad no lo soñé, sino que creo haberlo visto como por el rabillo del ojo. es un estado entre vigilia y no. ya me había pasado otra vez con él. en esta ocasión, al percibirlo me dije 'no' 'no quiero verlo' 'no tengo ganas', y seguí durmiendo. y tú, novio, me contaste el sueño por la mañana.
cunado lo hiciste yo pensé que tal vez te había enviado yo a ti la información telepáticamete, con la cual tú elaboraste el sueño. alomejor es al revés: que tú me la trasmitiste a mí. pero en realidad puede habernos seguramente visitado a los dos.